TRESCIENTAS PARTIDAS DE AJEDREZ Las obras maestras de la carrera ajedrecística de Tarrasch
se cuentan por decenas, y sus instructivos y brillantes comentarios a estas trescientas partidas, que
analiza de forma minuciosa, son igualmente magistrales.
Todas las posiciones le interesaban y no podía ocultar un genuino entusiasmo por sus hallazgos
técnicos o los de sus oponentes.
Originario de Breslau como el gran Anderssen, Siegbert Tarrasch (1862- 1934) fue durante más de
dos décadas uno de los mejores ajedrecistas d el mundo. Tras debutar en Hamburgo 1887, donde
compartió el segundo pu esto, ganó entre Breslau 1889 y Leipzig 1894 cinco importantes torneos
internacionales consecutivos, que le valieron el título oficioso de c ampeón mundial de
torneos.Además, en esa primera etapa de su carrera a plastó en match a Taubenhaus (1891) y
Walbrodt (1894), empatando con C higorin (1893) un grandioso encuentro que debió ganar.
TRESCIENTAS PARTIDAS DE AJEDREZ
Pudo haber dispu tado con Steinitz un match por el título mundial, pero sus obligacione s
profesionales como médico se lo impidieron.Se ha acusado a Tarrasch de ser pedante y dogmático.
Pero también se le ha llamado Preceptor de Alemania, un título retórico que podría haberse
extendido a la mayor parte del mundo. Sus enseñanzas tenían, y conservan todavía hoy, un in menso
valor por el elevado contenido didáctico de sus reflexiones y po r su implacable ejercicio de la autocrítica.
Partidas
Y precisamente ese valor justificaba cierto dogmatismo en una época en que apenas existían form
ulaciones teóricas aparte de las de Steinitz, confusas y difíciles de asimilar. La gran capacidad
expresiva y didáctica de Tarrasch hizo accesibles a infinidad de jugadores principios, reglas
estratégicas y con ceptos todavía vigentes, como la centralización y la movilidad de las piezas, si bien
otros, como la ocupación física del centro con peones, fueron corregidos y superados por los hipermodernos.
TRESCIENTAS PARTIDAS DE AJEDREZ
Las obras maestra s de la carrera ajedrecística de Tarrasch se cuentan por decenas, y su s instructivos y brillantes comentarios a estas 300 partidas, que anal iza de forma minuciosa, son igualmente magistrales. Todas las posicion es le interesaban y no podía ocultar un genuino entusiasmo por sus hal lazgos técnicos o los de sus oponentes.
Siegbert Tarrasch
A esta gran obra, publicada en 1895, siguieron La partida moderna de ajedrez (1912) y el manual de i niciación El juego del ajedrez (1931). Todas ellas constituyeron un gr an éxito en su tiempo y aún hoy siguen siendo reeditadas y traducidas a numerosos idiomas.
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