BENEFICIOS DEL AJEDREZ

¿Imaginas practicar tu juego favorito y además beneficiarte de un gran número de habilidades?

El ajedrez es un poderoso deporte de entrenamiento mental, cuya práctica puede potenciar la creatividad, memoria, imaginación, empatía, pensamiento crítico, etc.

El ajedrez es un antiguo juego que, tras siglos de historia, conserva toda la magia que ha atrapado siempre la atención del ser humano. Se le considera una “aventura intelectual” de inagotable potencial.

Además, es una inmejorable herramienta educativa, que nos facilita el aprendizaje a través del juego.

Con las clases de ajedrez de la Escuela Duochess los alumn@s se benefician de numerosas bondades del ajedrez.

MEMORIA

Al igual que los ordenadores, podemos entender la memoria como un disco duro que se encarga de guardar, procesar y recuperar información rápidamente cuando sea necesario. El ajedrez es la mejor herramienta para trabajar la memoria en el desarrollo de los más pequeños, como para mantener una buena capacidad durante el resto de nuestra vida, estudios científicos han demostrado que el ajedrez genera una reserva cognitiva ideal para la edad adulta.

Con la práctica del ajedrez acumulamos una serie de imágenes mentales y conocimientos. Con ello, el cerebro del jugador de ajedrez  aumenta su capacidad de absorción de información y pronto se acostumbra y desarrolla una serie de habilidades necesarias para estructurar bien estos conocimientos y encontrarlos rápidamente para encontrar la mejor jugada en cada posición.

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

En el ajedrez cada jugada cambia completamente la posición llevándonos, como todo juego de estrategia, a una nueva situación. Esta característica genera gran cantidad de problemas que los jugadores deben resolver.

El entrenamiento en Resolución de problemas permite enfocarse en la situación a resolver, definir en qué consiste el problema, y como resolverlo encontrando diversas alternativas de respuesta, y tomando la decisión correspondiente. Por último, es necesario comprobar y verificar si la decisión fue correcta.

Las personas que practiquen el ajedrez desarrollaran esta capacidad ideal para la vida, una capacidad que le ayudara a afrontar los problemas, buscar y encontrar la mejor solución.

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Reconocer nuestras emociones y sentimientos, y los de los demás, se considera actualmente una habilidad importante en el desarrollo para la edad adulta.

A través de la práctica del Ajedrez y la necesaria toma de decisiones, tanto correctas como erróneas, los alumnos experimentan diferentes emociones. Saber canalizar y gestionar estas emociones permite un desarrollo psicológico saludable.

IMAGINACIÓN & CREATIVIDAD

Jugar al ajedrez favorece el desarrollo de nuestra creatividad e imaginación. Cada jugada que ejecutamos sobre el tablero debe ser analizada en nuestra mente, ya que junto con la ayuda de los conocimientos previos que hemos adquirido previamente, nuestro cerebro se activa y comienza a realizar una búsqueda dinámica, creativa e imaginativa orientada a localizar cuál es la mejor jugada.

CONCENTRACIÓN Y ATENCIÓN

Hoy en día es muy difícil que las nuevas generaciones centren la atención en una sola cosa. Por la gran cantidad de estímulos e inmediatez para conseguir los resultados.

En el ajedrez una de las habilidades más importantes que se desarrolla, es la capacidad de concentración y focalización de la atención en lo que estamos haciendo. En una partida, la concentración del jugador es una habilidad muy importante, ya que cometer un error te puede llevar a perder la partida. Dentro de una partida debemos centrar toda nuestra atención en el tablero, sin pensar en otras cosas, y sin distraerse por el exterior desarrollando también una capacidad de esfuerzo para conseguir sus metas.

AUTOCONTROL

Durante una partida no sólo debemos respetar al adversario, y seguir unas normas, si no que debemos mantener el control de nuestros impulsos, para que nuestras jugadas se realicen con la sangre fría que necesitamos. Evitando que los nervios, el tiempo, tener una partida perdida o ganada nos lleven a cometer un error.

Gracias a esta gestión de emociones, el jugador de ajedrez aprende a desarrollar una serie de habilidades de auto-control que no sólo le sirve dentro del tablero si no también fuera de él en la vida real.

Jugar al ajedrez exige al alumno una regulación emocional continua, ya que cada movimiento puede ser un éxito o fracaso por sí mismo, y este debe ser capaz de reconocer sus propios errores y ser auto-crítico con ellos.

EMPATÍA

Uno de los aspectos sociales más relevantes es la capacidad de empatizar con los demás, saber ponernos en el lugar del otro.

En una partida de ajedrez tenemos que ponernos en todo momento en el lugar de nuestro compañero de partida, para saber que piensa, cuál puede ser su siguiente jugada, cuales pueden ser sus miedos, etc.

Pero además debemos tener una auto-regulación emocional ya que durante el juego es necesario controlar las emociones (alegría, tristeza, ira, miedo o sorpresa) e inhibir su expresión en la medida de lo posible siendo ésta una norma básica de este deporte, el respeto al rival.

DISCIPLINA

Desde la Escuela Duochess sabemos que el trabajo y la disciplina son dos cualidades fundamentales en el ajedrez desde el punto de vista pedagógico, siempre con el enfoque enriquecedor como es el de “aprender jugando“. Los alumn@s aprenden sin darse cuenta lo importante de trabajar y entrenar para conseguir mejores resultados, y con ello una disciplina de trabajo y de pensamiento a la hora de llevar a cabo una partida. También trabajaremos una disciplina de comportamiento y respeto a las normas de manera natural.

VALORES POSITIVOS

Los valores que trabajamos con el ajedrez, como la disciplina, el respeto al rival, el afán de superación, el respeto a las normas, etc… son una serie de valores que nos serán útiles para desarrollarnos de la mejor forma posible.

AUTOESTIMA Y CONFIANZA

El ajedrez es una herramienta ideal para poder mejorar nuestra confianza y autoestima. Si partimos de la premisa que una de las primeras virtudes que se aprende es saber perder y saber ganar. El jugador de ajedrez lleva a la práctica lo aprendido, se trata de superarse a si mismo. Siempre tiene un escalón más que superar, y siempre con “micro-objetivos” que se pueden alcanzar a corto plazo, para luego conseguir objetivos más a largo plazo.

Siempre tenemos algo que aprender, algo que lograr, algún torneo que jugar y objetivos que obtener, sin importar el nivel o edad. Mediante la experiencia podemos reforzar y hacer análisis de nuestros errores, lo que nos ayudará a tener una mayor confianza para afrontar posteriores partidas y torneos.

CAPACIDAD LECTORA Y COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA

Con el ajedrez se aprende a leer las deferentes posiciones a través de la lectura de las mismas. Además si relacionamos la capacidad viso-espacial con la lectura, el jugador de ajedrez es capaz de trasformar y leer el juego del ajedrez en su mente, a través del cálculo, movilidad de las jugadas, y representación mental. Lo que hace que sea capaz de llevar a cabo una lectura del juego.

Además si tenemos en cuenta que un rasgo característico del ajedrez es que posee un lenguaje propio y universal, que favorece la comunicación y enriquece la construcción de un conocimiento globalizado, mediante la anotación algebraica (Cb6, Ae4+).  Un jugador de ajedrez si ve una serie de jugadas como 1.e4 e5 2. Ac4 Cc6 3 Dh5 es capaz de leer la serie de jugadas, plasmarlas en su mente y encontrar una jugada, o describirnos la posición. Por lo que aquí nos dirá que el blanco quiere dar el Mate Pastor, que es una manera rápida de intentar terminar la partida pero no muy eficaz y que la jugada para evitarlo puede ser 3… g6.

El ajedrez también trabaja la comunicación lingüística a través de la participación en la resolución de problemas de forma individual o grupal, y mediante la generación de actitudes críticas propias, ajenas y comunicativas a través del diálogo. Además, en nuestro lenguaje cotidiano, observamos la analogía y el uso de conceptos ajedrecísticos: “…quedó en tablas”, “…encontrarse en jaque”, “‘…está enrocado”, “jaque mate”, etc.

PENSAMIENTO CRÍTICO Y TOMA DE DECISIONES

El ajedrez, a través del propio desarrollo de una partida, genera un clima idóneo para que el alumno aprenda jugando a resolver y afrontar problemas y situaciones cotidianas mejorando así su capacidad de toma de decisiones y pensamiento crítico.

Una partida de ajedrez exige al alumno tomar decisiones de forma continuada y en un tiempo limitado para conseguir un objetivo concreto. Esta situación permite desarrollar gran variedad de habilidades, entre ellas:

  • Capacidad de anticipación. Ser capaz de evaluar los planes del rival y preverlos antes de que ocurra, evitando posibles futuros problemas.
  • Toma y gestión de la iniciativa. Ser capaz de liderar y afrontar un proyecto o reto propio, aprovechando todas las oportunidades que están al alcance.
  • Defensa ante una ofensiva. Ser capaz de estar en una situación desfavorable y mantener la situación bajo presión.
  • Búsqueda y concreción de objetivos a corto, medio y largo plazo, teniendo la capacidad de revisión y modificación de los mismos en cada momento.
  • Ergonomía de recursos, como utilizar los recursos existentes de la forma más satisfactoria, aprovechando al máximo los “tiempos en ajedrez”.
  • Capacidad de cálculo de los riesgos asumidos en la toma de decisiones.
  • Intuición. La multitud de respuestas posibles en cada jugada y el tiempo limitado para realizarla, obliga al jugador a encontrar y descartar respuestas a través de escenarios en los que no tiene la oportunidad de obtener toda la información posible.